jueves, 23 de agosto de 2012

Masacre de Trelew y juicios de lesa humanidad: informarse requiere un esfuerzo

Por Marcos Muñoz* ¿Cómo trabajar comunicacionalmente la memoria a 40 años de La Masacre de Trelew? ¿Cómo hacer para que esa Masacre del 22 de agosto de 1972 a 19 presos políticos no pase desapercibida en nuestra sociedad? ¿Cómo impactan los juicios por delitos de lesa humanidad en la sociedad? Respecto a la última pregunta, Elizabeth Jelin, tras su visita hace unos días en la Universidad Nacional del Comahue nos acerca un interrogante: “¿hasta dónde llega la apropiación en el sentido de sentirlo como propio por aquellos que no son en las definiciones afectados o directamente afectados o, por afinidad?”. Es decir, que sean entendibles, entendibles en el sentido de apropiarnos de esa fecha u otras.
Se reconoce la complejidad del discurso jurídico y de esa característica se desprende la importancia de lograr comunicar con claridad la cobertura de los juicios por crímenes de lesa humanidad respetando el contexto histórico en que estos crímenes se llevaron a cabo. Los juicios por crímenes de lesa humanidad, son una reparación histórica no sólo con el pueblo argentino sino con la humanidad. ¿Podríamos revisar y reflexionar sobre el tratamiento comunicacional de la cobertura de los juicios? Claro que sí. ¿Revisarlo en qué sentido? ¿Para qué revisarlo? Una posible respuesta sería prevenirnos como sociedad de nuestros potenciales actos inhumanos, aberrantes. Otra respuesta posible sería restituirles la identidad política a los militantes presos en esa cárcel de Rawson y a las víctimas La Masacre de Trelew, y lograr recrear el contexto político, económico, cultural y social de la época. Otra respuesta, podría ser replantearnos qué le pasó a la sociedad argentina que no logró, no pudo o no supo intervenir en poner un freno a semejantes actos y a los posteriores. Y a los lectores, propongo dejar de lado la cultura del sobrevuelo informativo para pasar a una cultura de la lectura informativa en la que nos identifiquemos y en la que restablezcamos lazos articuladores con lo espacio público en el que vivimos. Informarse requiere un esfuerzo si queremos dejar atrás el paradigma neoliberal de la información para pasar al paradigma participativo de la comunicación. Los juicios por crímenes de lesa humanidad y la conmemoración a hechos del pasado como La Masacre de Trelew deben ser nuevos impulsos que nos ayuden a comprender qué estaba pasando a esta región del planeta y en particular a nuestro país en ese escenario. Entonces, ¿cómo conmovernos y cómo involucrarnos ante como la del 22 de agosto de 1972? A lo explicitado más arriba, agrego: continuar con la elaboración de políticas públicas a favor de los derechos humanos como lo viene proponiendo el Estado Nacional, asumir el rol destacado de una comunicación que represente a esta democracia, es decir, defender la Lay de Medios de la Democracia, fomentar las diversas expresiones artísticas son claves en la construcción y fortalecimiento de la memoria histórica y de una justicia que no demore 40 años en llegar, serán pilares fundamentales de los Derechos Humanos y de la Democracia en el siglo XXI. *Lic. en Comunicación Social (Graduado de la Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza). Actualmente trabajo como Secretario de Extensión de la Facultad de Humanidades-Universidad Nacional del Comahue. http://elartefacto.com.ar/?pg=en_el_aula