miércoles, 28 de julio de 2010

¿Qué tipo de compromiso deben asumir las empresas periodísticas en la lucha contra la trata de personas con fines de explotación sexual?

Por Marcos Muñoz*
Entendemos a los derechos humanos como una serie de libertades y derechos inherentes a la persona. Esto es respetar y comprometerse con la defensa de la vida, de una vida digna, de un desarrollo pleno y del ejercicio de sus libertades ““sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición”, como establece la Declaración Universal de Derechos Humanos.
El “Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas”, conocido como Protocolo de Palermo dice: por "trata de personas" se entenderá la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas (recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra) con fines de explotación.
Esa explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud
o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos (art. 3°, inc. a).
En nuestro país, gran parte de los medios gráficos permiten anuncios ofreciendo comercio sexual. Para entender mejor esta decisión que llevan adelante estas empresas periodísticas, repasamos algunas ideas:
• La expresión derechos humanos es valorada positivamente en nuestra sociedad;
• Ha tomado estado público en el espacio geográfico del Alto Valle el hallazgo de mujeres en condiciones de explotación sexual e indocumentadas y que esta zona es parte de la red internacional en la trata de personas;
• En nuestro país actualmente están desaparecidas más de 650 personas (la mayoría de ellas niñas, niños y mujeres) ;
• Y el Alto Valle es parte de las tristes estadísticas de mujeres desaparecidas, y luego encontradas asesinadas. Además, está probado que la justicia es lenta e ineficaz.
Habiendo tomado estado de esta situación: ¿Qué esperar de una empresa periodística respecto a permitir anuncios que fomentan el comercio sexual? Así como el Estado Nacional asumió el protagonismo en materia de políticas públicas con perspectiva en derechos humanos, también es necesario que las empresas periodísticas asuman este compromiso de respetar la vida, la libertad y los derechos de todas las personas. O acaso, ¿no es una contradicción denunciar las vinculaciones entre mujeres encontradas en prostíbulos del Alto Valle en condiciones infrahumanas, inducir a interpretaciones sobre la responsabilidad de parte de la policía y de la enorme red internacional que está detrás de esto y, por el otro lado, en ese mismo día el mismo diario publica innumerables anuncios ofreciendo comercio sexual a sus lectores? ¿Qué explicación escucharemos de la empresa periodística que continúan hablando de libertad de expresión y al mismo tiempo publican estos tipos anuncios?
En el momento histórico que vivimos, poder debatir y ayudar a repensar el compromiso que las empresas periodísticas tienen con los Derechos Humanos es buscar superar este flagelo que sacude al mundo. Es entender que los Derechos Humanos lograran su plenitud con el compromiso y respaldo no sólo del Estado (Nacional, Provincial y Municipal) sino también de las empresas privadas y de la sociedad en su conjunto, especialmente aquellos hombres que consumen sexo.
En la República Argentina, casos como la posición asumida por el diario La Mañana Neuquén no abundan, a tal punto que mencionaremos los que hasta el momento son pioneros en no publicar avisos ofreciendo comercio sexual: el diario Diagonal de La Plata, El Tiempo de Pergamino en provincia de Buenos Aires, El Tiempo Argentino que circula en Capital Federal y provincia de Buenos Aires, Miradas al Sur y recientemente La Mañana de Neuquén. En un relevamiento muy significativos, los datos reunidos de la Asociación de Diarios del Interior (Adira) y de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) entre ambas instituciones pude contabilizar más de 200 medios gráficos. Se encontró que el 2,5% de los diarios, revistas y semanarios en la República Argentina ha decido no publicar avisos que fomentan la violación a los derechos humanos de las mujeres, niñas y niños. Es decir, más del 97 % de los medios gráficos del territorio nacional si están de acuerdo en publicar estos anuncios. Esta estadística refleja entre el 70 y el 80 % del total de los medios gráficos del país. Lo que significa que es bastante ilustrativa a los fines de esta nota periodística.
Hay que destacar en este contexto el comunicado del Foro de Periodismo Argentino (Fopea) manifestando en los primeros días del mes de julio de este año su preocupación por la publicación de avisos vinculados al proxenetismo y la trata de personas en los medios gráficos. Este es un aporte institucional de Fopea es muy valioso.
Las empresas periodísticas son parte de aquellas instituciones que mayor grado de impacto tienen en la construcción de subjetividades en la población. Entonces, lograr intervenir a través de manifestaciones discursivas, marchas, talleres y charla-debates en la reconfiguración del rol que tienen las empresas periodísticas en la actualidad, en casos como la lucha contra la trata de personas, es estar a favor de los derechos humanos, y en particular, a favor de los derechos humanos de las mujeres, niñas, niños y adolescentes. Y a partir de aquí obsérvese como ya en la superficie de un tema absolutamente complejo aparece la responsabilidad social en la lucha contra la trata de personas con fines de explotación sexual que tienen las empresas periodísticas y de la enorme trama que se teje en lo que es uno de los tres negocio ilegales más lucrativo del mundo, junto al tráfico de drogas y de armas según informá la Organización Internacional para las Migraciones. Y Neuquén es parte de esta densa trama de ilegalidad.
La trata de personas es un delito de tipo federal que suele ser cometido por grupos organizados que pertenecen y son parte de una estructura piramidal de poder de difícil visibilización. Sin embargo, hay mecanismos que sobreponerse a esta situación, exigir controles más eficaces y no consumir sexo de personas que están siendo esclavas y maltratadas.
Existen normas y mandatos internacionales que garantizan los derechos humanos de las mujeres. Como parte de ese abanico legal se encuentra la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, el Protocolo de Palermo y la Ley Nacional 26.364/08 sobre Prevención y Sanción de la Trata de Personas y Asistencia a sus Víctimas.
Una tarea pendiente sobre este tema es que principalmente los municipios de la provincia del Neuquén y de quienes conforman los Municipios de la Región de los Valles y la Confluencia adhieran a aquellas iniciativas que no fomentan la trata de personas como puede ser prohibición de whisquerías y cabarets. Es importante recordar que en Argentina desde 1.933 está prohibida administrar o regentear, ostensible o encubiertamente casas de “masajes” como se las conoce en la actualidad.
El Observatorio de Derechos Humanos con sede en Neuquén, dependiente de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y de la Universidad Nacional del Comahue, insta a que las empresas periodísticas observen y reproduzcan con el mayor grado de compromiso posible la posición asumida por el diario La Mañana de Neuquén.

*Lic. en Comunicación Social. Integrante del Equipo Técnico del Observatorio de Derechos Humanos con sede en Neuquén.
Correo: marcosnqn@hotmail.com
Cel.: 0299-154186055.