miércoles, 22 de julio de 2015

Di Benedetto y el periodismo

Por Marcos Muñoz*
Antonio Di Benedetto. ¿Esperó lo imposible de llegar? Tal vez. Tal vez no. ¿Profeta en su tierra? Algún día. Sin embargo, innumerables seres continúan descubriendo su obra literaria y periodística, sobre toda la primera y con enormes repercusiones en la práctica de la segunda. Seguramente, por accidente llega a nuestra manos algún libro, un documental, un artículo periodístico, una foto, algo de algo, eso provoca, impacta a la curiosidad. Y ahí estás, Antonio Di Benedetto. Piedra libre DB en la marea de la desinformación que provoca el empacho de tanta basura que se dice y se escribe sin ética y respeto.
Necesito y quiero rescatar la labor periodística del escritor olvidado por el diario Los Andes cuando tuvo la oportunidad de respaldarlo en 1976. Transitar el sendero de la vida de Di Benedetto, es provocar la reflexión sobre el rol del periodismo desde la autoproclamada Revolución Libertadora hasta la primavera alfonsinista. Sobre todo buscar investigar qué pasó con el periodismo en las provincias del interior. Ardua tarea pero impostergable. ¿Hay investigaciones al respecto? ¿Dónde están?
Golpes de Estado, seudo gobiernos democráticos, proscripción del peronismo, persecuciones a militantes contestatarios, el breve período de Cámpora en la Presidencia de la Nación, el retorno de Perón al Poder Ejecutivo y el principio de la irracionalidad absoluta de la mano de la gran conductor. El periodismo también es parte de esa historia. ¿Qué pasó con los diarios de entonces en las provincias argentinas?
Di Bendetto a diferencia de Francisco Paco Urondo o de Rodolfo Waslh (como de otros cientos de periodísticas en Argentina) no militaba en ninguna agrupación política. Por el contrario, el hombre era distante ante eso. Aunque es cierto, mientras estuvo como Director del diario mendocino Los Andes y El Andino, siempre publicó información referida a desapariciones y torturas que se producían, por ejemplo, durante el gobierno de Isabel Perón.
Es curioso, mejor dicho, irónico como tomé conocimiento de este mendocino en mi época de estudiante universitario. Supe de Di Benedetto por un documental que estudiantes de cine de Mendoza presentaron (quisiera recordar la fecha, probablemente entre 1997 y 1999) y no por mi formación en la carrera de Comunicación en la Universidad Nacional de Cuyo. Claro, tampoco vimos nada de Paco Urondo o Walsh.
Una de mis última materias en cursar y rendir en el 2003 fue Literatura Hispanoamericana: el gran escritor mendocino, como Cortázar, Arlt, Urondo, González Tuñón, ninguno de ellos estaban incluidos en el programa. ¿Alguién sabe por qué? Miro para atrás y digo que pena. Al mismo tiempo, digo que suerte que por distintos caminos llegaron a mis manos. Algunos antes de ingresar a la universidad, otros durante, otros después. Y también me detengo con mucha atención como la causa Papel Prensa se obvio de la currícula en la carrera que estaba formando a cientos de comunicadores.
Sin conocimiento de la historia los diversos procesos sociales, políticos, culturales y económicos en la práctica del periodismo pasan de largo, pierdan toda su densidad, su riqueza, se escabullen por nuestras manos. Y si eso pasa: ¿Qué hacemos en el periodismo? ¿Qué clase de periodismo hacemos? ¿Estamos salvando vidas o somos cómplices de los guantes blancos ante cada enter?
Una amiga de Salta luego de que esta sección me publicara una columna se preguntaba: ¿Para qué están las carreras de comunicación social? ¿Para sostener los engaños históricos? En algunos casos, sin duda. Por ejemplo, la causa Papel Prensa.
En definitiva, quiero retomar el nombre de Di Benedetto, recuperarlo de entre los olvidos, alegrarme por tenerlo en la biblioteca y compartirlo con Ustedes, porque recuperar los olvidos es construir un presente sin allanamientos de morada en la memoria.

* Secretario de Extensión, Facultad de Humanidades de la U. N. Comahue.
marcosnqn@hotmail.com