Lo inescrupuloso, lo laxo, las declaraciones perversas, la desocupación digitada, los fatídicos dirigentes gremiales (con sus excepciones), la plena felicidad de la nada, los voluntarios al servicio de las patotas, las amenazas ejecutivas, la hipocresía relucientemente vestida y las noticias del gobierno nacional que sacuden, una vez más, el presente de la historia nacional. Y en el medio, la forma en que todo esto es representado, construido y ofrecido por los medios masivos de comunicación.
Ante el bombardeo de todos estos fragmentos de realidad ¿tenemos capacidad de ponernos en alerta, de sacudirnos la modorra nacional? ¿Podremos ponernos de pie, en estado de alerta ciudadana?
Es visto el caudal de noticias de medidas que perforan derechos, como la baja en el monto de jubilaciones o aquellas otras que provocan malestar social como la campaña en las redes sociales en contra del reclamo salarial docente (en realidad, se habla de un derecho a un salario justo y que permita vivir con dignidad) a la que, por cierto, se vinculan personas que además de no tener conocimientos específicos para estar en un aula cuentan con un perfil inescrupuloso; se trata de impresentables que incluso tienen en su haber vínculos con el terrorismo de Estado.
Frente a este escenario y pensando, por ejemplo, en el escándalo del Correo Argentino: ¿cómo asume la ciudadanía las diversas noticias sobre corrupción? ¿Las digiere livianamente? ¿O acaso la corrupción de un empresario está bien vista socialmente y legitimada?
Sospecho que nos hemos acostumbrado a consumir un espectáculo perverso (es la mejor palabra que define a este gobierno nacional). Estamos asistiendo a un deglutir de una realidad siniestra que avasalla derechos y ponen al país de rodillas, mientras todo ese tipo de noticias circula estúpidamente ante nuestros ojos. ¿Nos falta la Infinia que producíamos hasta el 9 de diciembre? Sólo consumimos este doloroso e incesante festín de imágenes como si fuésemos sujetos sujetados. ¿Lo somos? ¿O preferimos conscientemente el rol de espectadores? ¿Acaso la ficción se apoderó de nuestra realidad? ¿Estamos cómodos con todo lo que pasa?
Quisiera encontrar respuestas que me orienten a comprender un fenómeno complejo como el que estamos transitando, mientras me resulta inevitable sentirme parte de la “muchedumbre solitaria” (como diría Guy Debord. A riesgo de quedar expuesto, interpreto que el filósofo francés entendería que en estos tiempos de redes sociales e invasivos medios electrónicos, nos replegamos en nosotros mismos, en un aislamiento “informado”, en el mejor de los casos. Esto quizás explique, pese a las medidas que impulsa Macri, que las calles tengan escasa presencia de las realidades de trabajadores y familias afectadas por el plan económico, social y cultural que se está implementando.
La representación o puesta en escena expuesta por los medios salpica en el rostro un mensaje delirante, enfermizo: hay que mostrar hechos que nos molesten y, al mismo tiempo, hacer que parezcan inmodificables. Es decir, hay que lograr que la realidad ceda el paso a una ficción, y que la misma se vea como algo imposible de transformar. Esa es una buena manera de obturar ánimos y voluntades de lucha.
La invasión mediática deja secuelas y éstas avanzan sobre políticas públicas que deterioran nuestra calidad de vida y habilitan persecuciones a aquellos actores sociales que demuestran resistencias a un avasallamiento planificado, que busca destruir la educación pública, la salud, la industria nacional, la ley de medios de la democracia, editoriales de menor escala o todo lo conseguido (aún con todas sus imperfecciones) durante los últimos años.
La agenda mediática –como mera reproductora de los intereses oficialistas y alejada de una perspectiva de derechos humanos– habilita que lo real (como la desocupación, la devaluación de los salarios o la destrucción de las paritarias) quede relegado a un segundo plano y que, en su lugar la fantasía, lo irreal del mundo concreto, ocupe la centralidad de nuestras emociones y preocupaciones cotidianas.
* Licenciado en Comunicación Social.
marcosnqn@hotmail.com
https://www.pagina12.com.ar/25757-la-ventana-medios-y-comunicacion
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