Me parece oportuno comprender el concepto y la idea sobre qué es la libertad de expresión para evitar exponerse públicamente de manera innecesaria. El animarse a disponer de un tiempo libre para repensar sobre esta cosa llamada libertad de expresión y tolerancia social deben o deberían ser una práctica habitual. El ejercicio de la palabra necesita pensarse, necesariamente debe implicar un esfuerzo intelectual en nosotros. Es posible construir igualdad y equidad pero con compromiso y responsabilidad, con esfuerzo. Esfuerzo que puede ser con goce y disfrute, disociado de la idea de dolor. Esfuerzo que me relaciona con el otro, no contra el otro. Esfuerzo en común, compartiendo un horizonte de expectativas. En estos tiempos donde la vida y el amor para mí tiene sentido, es en estos momentos en que pienso al otro como alguien que necesita tanto como yo de todos nosotros, lejos de los egoísmos y la soledad del individuo que nos inculcó la década de los noventa, hablo de los estos héroes que se están animando a soñar y desde la acción y desde el común esfuerzo construyen primeros ideas para luego transformarlas o buscar transformarlas en realidades.
Considero que hay que seguir trabajando para fortalecer la pluralidad de miradas y de voces, trabajar la tolerancia. Apuesto a la construcción democrática desde el consenso y desde el disenso. Apuesto a la construcción de la democracia. ¿Qué es esa cosa llamada democracia? Mientras pienso en el sentido de la pregunta, fortalezco la democracia.
Un abrazo, Marcos.
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