lunes, 17 de noviembre de 2008

Mueren incendiados 10 periodistas radiales en la ciudad capital


Ciclo de Ficción “La noticia que no fue”

Queridos lectores:
Primero, deseo decirles gracias por visitar el blog. Estoy sorprendido gratamente porque desde distintos puntos del país y de otros puntos del planeta han leído las notas publicadas por mí.
Los temas abordados han sido informaciones con un clara intencionalidad denunciado parte de la realidad de nuestros trabajadores. En esta oportunidad, tomé el atrevimiento de salir del “libreto” y escribir sobre un tema, una noticia, “La noticia que no fue”.
La intención de lo que leerán a continuación es para reflexionar sobre las condiciones en las que el trabajador realiza su actividad. He decido llamar a este ciclo de ficción “La Noticia Que No Fue”.
Lejos estoy de ser un escritor con calidad, pido las disculpas del caso.
Un abrazo enorme y gracias por difundir este espacio.
Saludos, Marcos.



Mueren incendiados 10 periodistas radiales en la ciudad capital

Despertar con una noticia policial puede ser para algunas personas, el tema que predomine en las conversaciones del día con los amigos, familiares y conocidos. Para otros, un nuevo dolor de cabeza. Una nueva tragedia que quedará impune. La cosa cambia cuando el contenido de esa noticia policial trata la muerte de 10 periodistas radiales. Todo el mundo habla de eso. Es un tema que no se puede esquivar o disimular.
Los periodistas de las cuatro radias hacían los programas durante la madrugada. Esa noche el tema de conversación entre los propios periodistas mientras comían era el pago en cuotas de su sueldo, sueldo atrasado dos meses. Debatían sobre la importante que es sumarse con otros compañeros, organizarse y unirse para plantear el tema entre todos porque si alguien lo hacía sólo debía considerarse despedido.
La charla entre los periodistas era acompañada de unos mates amargos porque la emisora tras la caída de las bolsas en el mundo adujo que no podía comprar azúcar, ya que si compraban azúcar el pago de los sueldos debía atrasarse un mes más. El dueño de la empresa informativa con su sonrisa en forma de mapita pegó en los estudios de las radios un papel que pedía a los trabajadores de la emisora no hablar al aire sobre la situación de atraso en los sueldos de los empleados de ese grupo multimedio como tampoco quejarse ante la reducción de personal que de manera inminente se daría en esa histórica firma que pocos saben cómo se financia. Luego de recibir una décima parte del sueldo los empleados compraron dos pizza y una gaseosa en la rotisería de la esquina. Una gaseosa casera, Timi.

Hacinamiento: 76 metros cuadrados para cuatro emisoras
El incendio se produjo hoy a la madrugada y murieron 10 compañeros. Diez compañeros murieron rodeados por las llamas, por el fuego, gritando y llorando ante la inminente muerte. Murieron 10 compañeros quemados.
El incendio se inicio a las 4.15 de la madrugada. Los resultados de la pericia aún no concluyeron pero extraoficialmente se dice que el cortocircuito se abría iniciado en la sala de control en una de las cinco radios que funcionaban en los 76 metros cuadrados de la emisora.
En ese edificio o casa vieja, de aspecto derruido en el centro de la ciudad capital, a pocas cuadras del hospital, donde el hacinamiento de personas era tan común que ni los propios trabajadores de la emisora ya lo percibían, donde los productos inflamables y los equipos fue lo primero que ardió para que luego el fuego, rápidamente, le diera muy pocos minutos antes de tragarse los gritos de auxilio, de esos hombres y mujeres que trabajaban como monotributistas (aunque algunos en negro) y ya sin voz gritaban las últimas palabras pidiendo socorro para que alguien los rescatara. Pero ese auxilio nunca llego.
Esas eran las voces de la radio que uno escucho innumerables cantidad de veces. Esta tragedia que dejó al descubierto las condiciones en la que trabajaban esos periodistas. Las pésimas condiciones de trabajo que durante muchos, muchos años trabajaron esos periodistas.
Murieron calcinados siete mujeres y tres hombres. Dos de las siete víctimas se llamaban Laura y Daniel, periodista y operador de una de las radio, FM Changa, y dejaron huérfana a una beba de 9 meses de vida.
La lista de los trabajadores que fallecieron calcinados por las llamas de la tragedia que pudo ser evitable: Sabrina, Miriam, Jorge, Adler, Hilda, Leticia, Elden y Sara.
Algunos de los sobrevivientes dijeron que “los matafuegos no funcionaron y que tres de sus compañeros alcanzaron a escapar porque estaban fumando un cigarrillo en el acceso principal de la radio”. Tras el silencio ahogado en lágrimas, entre llantos de familiares, curiosos, y palabras confusas por el dolor y la falta de explicación del hecho continúo el relato “el fuego se inicio de un segundo a otro, el fuego los rodeo y no había por dónde salir”.


Nota del autor: cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia.

1 comentario:

MariaEva dijo...

Marcos, terrible lo que ha pasado!!
Fuerza y a seguir en la lucha.
Un fuerte abrazo peronisa
MARIA EVA