Por Roberto Navarro
El Gobierno anunció en Bariloche que la Argentina adoptará el sistema japonés de televisión digital, la misma elegida por Brasil, en una decisión estratégica de integración regional. Página /12 entrevistó al ministro de Planificación, Julio De Vido, a cargo del tema. El funcionario aseguró que “la decisión generará un gran desarrollo tecnológico y más de 300 mil puestos de trabajo de alta calificación”. También señaló que “el nuevo sistema generará una televisión más plural y democrática”. Negó que esta medida afecte a la televisión por cable, aunque explicó que “el futuro es el aire, un sistema de alta definición, que se podrá utilizar en computadoras y teléfonos celulares, sin cables”.
–¿Qué modificará la digitalización para los televidentes y para los licenciatarios?
–Los actuales licenciatarios podrán agregar una señal de alta definición. El resto se licitará a nuevas empresas. Significa que va a haber una cantidad muy importante de canales de aire. Es decir gratuitos, para que los televidentes elijan. Y va a haber una mayor pluralidad de voces. Vamos hacia un sistema más rico en oferta. Se abre la posibilidad de un gran desarrollo tecnológico y se democratiza, no sólo la información que no es poco, sino también la posibilidad para muchos argentinos que no pueden pagar el cable de tener una gran variedad de programación disponible.
–¿Por qué se eligió el sistema de digitalización japonés?
–Se tomaron en cuenta dos parámetros. El primero, elegir el que genere mayor cantidad de empleo calificado y tener la posibilidad de contar con una plataforma tecnológica moderna. La presidenta Cristina Fernández me pidió que priorizara el sistema que nos dé la mayor posibilidad de desarrollo industrial y tecnológico y que genere empleo calificado. Y que sea el sistema que tome las actuales frecuencias y que de cada una de ellas podamos sacar la mayor cantidad de canales posibles, con el mejor nivel de calidad. La norma más moderna, que se terminó de definir en 2003, es la japonesa. De cada canal podemos sacar dos canales de altísima definición u ocho canales estándar. También puede ser uno de alta definición y cuatro estándar. ¿Qué es estándar? Un canal que es mejor que el de hoy. Con una señal superior, sin interferencias ni redundancias.
–¿El hecho de tomar la decisión ahora va en la misma línea de la presentación en el Congreso del proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual?
–El sistema se puede poner en funcionamiento también con la legislación actual, pero es evidente que ambas cosas se potencian y van en el sentido de una mayor democratización del sistema audiovisual y de la posibilidad de contar con una televisión mejor y gratuita. Seguramente habrá canales de aire deportivos, de noticias, de cine y muchos otros.
–¿Van a reemplazar al cable?
–En principio, no creo. Lo que es posible es que obligue al cable a mejorar su oferta. En la actualidad la poca cantidad de canales de aire casi hacía que el público fuera rehén del cable. En definitiva todo va a favor del consumidor. En el futuro, teniendo en cuenta que el nuevo sistema tiene la posibilidad de ofrecer un gran abanico de opciones sin utilizar cables y llegar incluso a los teléfonos celulares, es posible que lo vaya reemplazando. El sistema no es contra el negocio del cable; es a favor de mayores opciones para los consumidores.
–¿En principio va a ser sólo para el área metropolitana?
–No, se va a comenzar en esa zona por una cuestión demográfica, pero rápidamente va a llegar a todo el país. Vamos a avanzar a la brevedad en todos los grandes centros urbanos para llegar a la mayor cantidad de ciudadanos posibles. Pero no se tardará mucho en llegar a todo el país. Los japoneses nos proveerán en forma gratuita todo el equipamiento necesario para que comience Canal 7 en menos de un año. En realidad hoy hay un canal piloto con tecnología japonesa que está emitiendo y que los que mantienen la antena de televisión de aire pueden verla.
–En este tema como en la televisación del fútbol ustedes sostienen que todo el país va a ver, en principio gracias a Canal 7, televisión gratis. Pero en Córdoba, por ejemplo, el 7 no se ve sin cable. ?
–En realidad, Canal 7 llega a todo el país por aire, el tema es que los televidentes fueron dejando de usar sus antenas y así las repetidoras, que no tienen demanda, fueron deteriorándose. Eso ocurre en Córdoba. Pero con el nuevo sistema, con poner una pequeña antena sobre el televisor, se verá Canal 7 en todo el país gratis. Estas repetidoras se van a potenciar.
–¿Qué ventajas tiene el sistema japonés con respecto al europeo y estadounidense?
–Todos son buenos. Una primera diferencia es que el japonés ofrece la posibilidad de tener ocho canales digitales por cada frecuencia; los otros dos llegan a seis. Además, no pagamos royalty con lo cual cualquier empresario argentino que quiera participar en el desarrollo de esta tecnología tiene la garantía de que nadie le va a cobrar ningún derecho. Pensemos en el núcleo electrónico de Tierra del Fuego. Córdoba también tiene un gran desarrollo en esta materia. La verdad es un mérito de la negociación que hicieron los brasileños y a la cual nosotros nos acoplamos. Y pensemos que esto va a avanzar en toda Latinoamérica y nosotros quedamos en muy buena posición para vender tecnología a otros países, sin pagar derechos a quien la creó. A este sistema ya se sumó Perú y seguramente lo seguirán Venezuela y Ecuador.
–¿Va a modificar también el negocio de los celulares?
–Esta es otra ventaja que tiene este sistema: se va a poder mirar televisión con celulares utilizando una onda televisiva y no telefónica, con lo cual se es cliente de dos proveedores y uno es gratis. Y siempre va a seguir siéndolo, porque el aire es del Estado. Además, esto hace que la definición sea mejor. Yo tuve la oportunidad de probar un televisor con este sistema en un automóvil por el centro y se veía perfecto. El sistema europeo es telefónico. Si fuera una señal telefónica, hubiese tenido interferencias. Hay que pensar en que esto va a traer todo un recambio de aparatos en los próximos años, que generarán empleo porque parte de ellos se podrán hacer en Argentina sin pagar derechos. Lo mismo ocurrirá con los televisores. Al principio, el que no tiene un televisor para recibir esta tecnología tendrá un decodificador, pero seguramente en pocos años todos querrán tener su televisor digital. Estamos hablando del recambio de más de diez millones de televisores. Esto significa desarrollo tecnológico, producción y generación de empleo de alta calificación. Estimamos más de 300 mil empleos nuevos de este tipo. Ya se están creando carreras universitarias para formarlos.
–¿El costo del decodificador y el hecho de que en diez años el que no tenga un televisor digital no podrá ver televisión de aire ni siquiera con decodificador no es una dificultad para los sectores de menor poder adquisitivo?
–El precio del decodificador hace un año era de 100 dólares; hoy cuesta 40. Y cuando salgamos nosotros seguramente menos. Hay que pensar que se paga una sola vez; no como el cable, todos los meses. Con respecto al vencimiento del período de televisión analógica diez años después de que comience la digital, es el lapso de recambio de televisores en los hogares. Los actuales tampoco duran mucho más que ese tiempo. De todas maneras los desarrollos tecnológicos siempre generan estas situaciones. Nadie puede seguir usando la misma computadora que compró hace una década. Es el desarrollo natural de la tecnología. Volver a la televisión por aire es un avance. La industria de televisión de aire había desaparecido, no por ineficiente, sino porque la legislación vigente creó los hijos que hoy tenemos, que son, entre ellos, el oligopolio del cable. En Brasil sólo el 20 por ciento de la sociedad tiene cable. Es recuperar el aire y además tenerlo en el celular, que será revolucionario. No es lo mismo buscar información en Internet en un celular que ver un canal de noticias. Cuando llegue el celular con televisión todos van a querer tenerlo.
–¿Va a haber participación política y de sectores productivos en la implementación del sistema?
–Sí, va a haber un consejo consultivo, eminentemente político, en el ámbito del Ministerio de Planificación, con los presidentes de las comisiones de comunicación de las dos cámaras y otros implicados en el tema. Además, un foro productivo, que nos ayudará para cuando se hagan los foros internacionales de la norma. Porque en los cambios tecnológicos que vaya habiendo Argentina tendrá voz y voto. Estas reuniones serán anuales. En el país hay empresas de desarrollo tecnológico muy avanzadas que pueden participar.
http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-130833-2009-08-30.html
El Gobierno anunció en Bariloche que la Argentina adoptará el sistema japonés de televisión digital, la misma elegida por Brasil, en una decisión estratégica de integración regional. Página /12 entrevistó al ministro de Planificación, Julio De Vido, a cargo del tema. El funcionario aseguró que “la decisión generará un gran desarrollo tecnológico y más de 300 mil puestos de trabajo de alta calificación”. También señaló que “el nuevo sistema generará una televisión más plural y democrática”. Negó que esta medida afecte a la televisión por cable, aunque explicó que “el futuro es el aire, un sistema de alta definición, que se podrá utilizar en computadoras y teléfonos celulares, sin cables”.
–¿Qué modificará la digitalización para los televidentes y para los licenciatarios?
–Los actuales licenciatarios podrán agregar una señal de alta definición. El resto se licitará a nuevas empresas. Significa que va a haber una cantidad muy importante de canales de aire. Es decir gratuitos, para que los televidentes elijan. Y va a haber una mayor pluralidad de voces. Vamos hacia un sistema más rico en oferta. Se abre la posibilidad de un gran desarrollo tecnológico y se democratiza, no sólo la información que no es poco, sino también la posibilidad para muchos argentinos que no pueden pagar el cable de tener una gran variedad de programación disponible.
–¿Por qué se eligió el sistema de digitalización japonés?
–Se tomaron en cuenta dos parámetros. El primero, elegir el que genere mayor cantidad de empleo calificado y tener la posibilidad de contar con una plataforma tecnológica moderna. La presidenta Cristina Fernández me pidió que priorizara el sistema que nos dé la mayor posibilidad de desarrollo industrial y tecnológico y que genere empleo calificado. Y que sea el sistema que tome las actuales frecuencias y que de cada una de ellas podamos sacar la mayor cantidad de canales posibles, con el mejor nivel de calidad. La norma más moderna, que se terminó de definir en 2003, es la japonesa. De cada canal podemos sacar dos canales de altísima definición u ocho canales estándar. También puede ser uno de alta definición y cuatro estándar. ¿Qué es estándar? Un canal que es mejor que el de hoy. Con una señal superior, sin interferencias ni redundancias.
–¿El hecho de tomar la decisión ahora va en la misma línea de la presentación en el Congreso del proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual?
–El sistema se puede poner en funcionamiento también con la legislación actual, pero es evidente que ambas cosas se potencian y van en el sentido de una mayor democratización del sistema audiovisual y de la posibilidad de contar con una televisión mejor y gratuita. Seguramente habrá canales de aire deportivos, de noticias, de cine y muchos otros.
–¿Van a reemplazar al cable?
–En principio, no creo. Lo que es posible es que obligue al cable a mejorar su oferta. En la actualidad la poca cantidad de canales de aire casi hacía que el público fuera rehén del cable. En definitiva todo va a favor del consumidor. En el futuro, teniendo en cuenta que el nuevo sistema tiene la posibilidad de ofrecer un gran abanico de opciones sin utilizar cables y llegar incluso a los teléfonos celulares, es posible que lo vaya reemplazando. El sistema no es contra el negocio del cable; es a favor de mayores opciones para los consumidores.
–¿En principio va a ser sólo para el área metropolitana?
–No, se va a comenzar en esa zona por una cuestión demográfica, pero rápidamente va a llegar a todo el país. Vamos a avanzar a la brevedad en todos los grandes centros urbanos para llegar a la mayor cantidad de ciudadanos posibles. Pero no se tardará mucho en llegar a todo el país. Los japoneses nos proveerán en forma gratuita todo el equipamiento necesario para que comience Canal 7 en menos de un año. En realidad hoy hay un canal piloto con tecnología japonesa que está emitiendo y que los que mantienen la antena de televisión de aire pueden verla.
–En este tema como en la televisación del fútbol ustedes sostienen que todo el país va a ver, en principio gracias a Canal 7, televisión gratis. Pero en Córdoba, por ejemplo, el 7 no se ve sin cable. ?
–En realidad, Canal 7 llega a todo el país por aire, el tema es que los televidentes fueron dejando de usar sus antenas y así las repetidoras, que no tienen demanda, fueron deteriorándose. Eso ocurre en Córdoba. Pero con el nuevo sistema, con poner una pequeña antena sobre el televisor, se verá Canal 7 en todo el país gratis. Estas repetidoras se van a potenciar.
–¿Qué ventajas tiene el sistema japonés con respecto al europeo y estadounidense?
–Todos son buenos. Una primera diferencia es que el japonés ofrece la posibilidad de tener ocho canales digitales por cada frecuencia; los otros dos llegan a seis. Además, no pagamos royalty con lo cual cualquier empresario argentino que quiera participar en el desarrollo de esta tecnología tiene la garantía de que nadie le va a cobrar ningún derecho. Pensemos en el núcleo electrónico de Tierra del Fuego. Córdoba también tiene un gran desarrollo en esta materia. La verdad es un mérito de la negociación que hicieron los brasileños y a la cual nosotros nos acoplamos. Y pensemos que esto va a avanzar en toda Latinoamérica y nosotros quedamos en muy buena posición para vender tecnología a otros países, sin pagar derechos a quien la creó. A este sistema ya se sumó Perú y seguramente lo seguirán Venezuela y Ecuador.
–¿Va a modificar también el negocio de los celulares?
–Esta es otra ventaja que tiene este sistema: se va a poder mirar televisión con celulares utilizando una onda televisiva y no telefónica, con lo cual se es cliente de dos proveedores y uno es gratis. Y siempre va a seguir siéndolo, porque el aire es del Estado. Además, esto hace que la definición sea mejor. Yo tuve la oportunidad de probar un televisor con este sistema en un automóvil por el centro y se veía perfecto. El sistema europeo es telefónico. Si fuera una señal telefónica, hubiese tenido interferencias. Hay que pensar en que esto va a traer todo un recambio de aparatos en los próximos años, que generarán empleo porque parte de ellos se podrán hacer en Argentina sin pagar derechos. Lo mismo ocurrirá con los televisores. Al principio, el que no tiene un televisor para recibir esta tecnología tendrá un decodificador, pero seguramente en pocos años todos querrán tener su televisor digital. Estamos hablando del recambio de más de diez millones de televisores. Esto significa desarrollo tecnológico, producción y generación de empleo de alta calificación. Estimamos más de 300 mil empleos nuevos de este tipo. Ya se están creando carreras universitarias para formarlos.
–¿El costo del decodificador y el hecho de que en diez años el que no tenga un televisor digital no podrá ver televisión de aire ni siquiera con decodificador no es una dificultad para los sectores de menor poder adquisitivo?
–El precio del decodificador hace un año era de 100 dólares; hoy cuesta 40. Y cuando salgamos nosotros seguramente menos. Hay que pensar que se paga una sola vez; no como el cable, todos los meses. Con respecto al vencimiento del período de televisión analógica diez años después de que comience la digital, es el lapso de recambio de televisores en los hogares. Los actuales tampoco duran mucho más que ese tiempo. De todas maneras los desarrollos tecnológicos siempre generan estas situaciones. Nadie puede seguir usando la misma computadora que compró hace una década. Es el desarrollo natural de la tecnología. Volver a la televisión por aire es un avance. La industria de televisión de aire había desaparecido, no por ineficiente, sino porque la legislación vigente creó los hijos que hoy tenemos, que son, entre ellos, el oligopolio del cable. En Brasil sólo el 20 por ciento de la sociedad tiene cable. Es recuperar el aire y además tenerlo en el celular, que será revolucionario. No es lo mismo buscar información en Internet en un celular que ver un canal de noticias. Cuando llegue el celular con televisión todos van a querer tenerlo.
–¿Va a haber participación política y de sectores productivos en la implementación del sistema?
–Sí, va a haber un consejo consultivo, eminentemente político, en el ámbito del Ministerio de Planificación, con los presidentes de las comisiones de comunicación de las dos cámaras y otros implicados en el tema. Además, un foro productivo, que nos ayudará para cuando se hagan los foros internacionales de la norma. Porque en los cambios tecnológicos que vaya habiendo Argentina tendrá voz y voto. Estas reuniones serán anuales. En el país hay empresas de desarrollo tecnológico muy avanzadas que pueden participar.
http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-130833-2009-08-30.html
Saludos cordiales,
Marcos Muñoz
Lic. en Comunicación Social
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