Argentina, una semana: tres países

Cristina Fernández procuró fortalecer el rol de Argentina en la escena internacional al reunirse en EE.UU. con su par Barack Obama y recibir la visita del presidente de Rusia.

Por AUGUSTO CAVALI

El país internacional

Cristina Fernández cuenta para Barack Obama. Además del saludo protocolar en las previas a la conferencia de Presidentes, tuvieron su momento a solas. La Presidenta y su delegación se mostraron muy activos en un viaje que muchos dieron por fallido. Pero si se toman sólo las imágenes que dejó la visita, Argentina está firmemente inserta entre las naciones que cuentan.
Pero no se trata sólo de imágenes. El gigante chino también fue actor central de esta agenda internacional. El líder chino Hu Jintao recibió a la Presidenta en la cumbre de Washington y ya estaría reprogramada la suspendida visita del conflictivo enero.
El país local también fue protagonista: el presidente ruso Dmitri Medvedev estuvo de visita. Nunca se había dado esa presencia, ni en tiempos del largo sueño comunista, ni en las dos décadas que transcurrieron desde el derrumbe de la Unión Soviética.
La Argentina en tan poco tiempo sumó puntos en su “inserción” en la arena internacional, donde el Norte importa, y mucho.
Si aquel norte interesa, también el sur. Las gestiones de la Cancillería que dirige Taiana con sus pares de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) parecen tan avanzadas que es un hecho que a partir de mayo el actual diputado Néstor Kirchner ocupe su secretaría General. Ya estarían los votos de los doce países miembros. Resulta muy difícil pensar que con esta posición continental Kirchner quede fuera de la política local.
La semana dejo una presidencia con proyección internacional. Pocas veces y en tan corto tiempo Argentina compartió ambas arenas a la vez, la del Norte, con sus centros de poder financiero y la del sur americano, con sus urgencias por coordinar intereses.

El país parlamentario

Si el país mira al Norte y al Sur al mismo tiempo, hubo un país parlamentario que reclama más deliberación. Y para todos, oficialistas y opositores, deliberar no es síntoma de debilidad. Sobre todo para el oficialismo, que cuenta con la bancada más disciplinada, más allá del papel de la senadora formoseña que puso fin abrupto a la parálisis de la Cámara Alta. Tampoco votar es señal de debilidad. Porque en algún momento se debe votar, ganar y perder. En la semana parlamentaria hubo tanto derrotas como victorias para opositores y oficialistas. La aceptación del pliego de Mercedes Macó del Pont dejo ganancias para el Gobierno.
Deliberar y votar resulta siempre mejor que aceptar el verbo beligerante de Eduardo Duhalde. El ex presidente había exigido a la oposición tomar el control de la Cámara de Diputados. Incitaba a una suerte de asalto palaciego similar al que encabezó cuando fue electo senador en octubre de 2001, asalto que dejó las presidencias de ambas cámaras en manos de los peronistas Ramón Puerta y Eduardo Caamaño. Desde hace un tiempo, Duhalde agita nuevos incendios, aunque su pirotecnia sea sólo verbal. De allí esas comparaciones improcedentes “por izquierda” de los niños de la calle como desaparecidos de la democracia.
Mientras las deliberaciones y las votaciones están en manos de “presidenciables” como Lilita Carrio o el alicaído Felipe Solá, Francisco De Narvaez juega por fuera de la arena parlamentaria. Como político de la actual democracia de audiencias buscó una imagen publicitaria que le diera chances a su candidatura. ¿Si Gardel es argentino, Narváez también lo es? fue el recurso publicitario elegido por el diputado.
No sólo De Narváez sobreactúa la política. Lo hace a partir de una argentinidad sin carta de nacimiento. En cambio el vice Julio Cobos –croupier para la Presidenta o preceptor para Agustín Rossi –se decidió a recuperar protagonismo como jefe y estratega de los bloques opositores. El camino fue dejar de lado la mayoría agravada necesaria para la modificación de la ley de coparticipación del impuesto al cheque, igual que antes lo había hecho respecto al descuento de la dieta de los senadores oficialistas que faltaran a sesiones.
El tema de la legalidad de esa modificación hecha por el Senado a la coparticipación del tributo a los débitos y créditos bancarios, igual que la votación en Diputados favorable a la nulidad del DNU 298 que creó el Fondo de Desendeudamiento Argentino, terminarán en manos de los jueces. En tanto, una nueva discusión asoma en el Parlamento. El matrimonio entre personas del mismo sexo ya tiene el despacho de dos comisiones. Aquí el país no sólo tendrá un país parlamentario, la deliberación ganará la calle y alborotará los atriles conservadores.

El país de los jueces

Hay jueces que “subrogan” a los otros poderes del Estado. Testigo de ello fue el frenazo a la puesta en práctica de la nueva Ley de medios audiovisuales. Se está frente a un acto político de un Poder que nunca fue aséptico. Seguramente otros jueces tendrán un rol protagónico frente a la validez de lo votado tanto en senadores como en diputados.
Es un tiempo donde se juzga al juez por su edad y no por sus fallos, si bien una crítica semejante no es ninguna avanzada sobre la autonomía del poder judicial. A excepción de la Corte Federal de los Estados Unidos, la mayoría de los ministros de otras cortes supremas tienen fecha de vencimiento, ya sea por jubilación obligatoria (Brasil a los 70 años) o por ejercicio limitado en años (no más de 15 para México). El recambio generacional siempre es necesario, para ofrecer miradas culturales diferentes y formaciones académicas también distintas. Lo mismo que la puesta en marcha de un mecanismo de evaluación. ¿Y por qué no de sus privilegios impositivos?
Por fuera de aquellas críticas a los jueces, este país de los jueces tendrá una nueva oportunidad frente a los crímenes de lesa humanidad. La semana terminó con las condenas para varios represores juzgados en Rosario. También con el aliciente para el principio de justicia universal con la causa promovida desde la Argentina por cuatro víctimas del franquismo. Aquí otra apertura internacional, una mirada desde el sur hacia el norte frente a la avanzada de la derecha española sobre el Juez Garzón.

http://www.lmneuquen.com.ar/noticias/2010/4/18/61686.php