Se trata de una joven estudiante de medicina que estuvo encerrada siete días en una habitación. "Me daba pastillas y me amenazaba, me ponía limitaciones: no podía asomarme a una ventana o a la puerta, no podía pedir auxilio". El agresor fue detenido.
Lorena Borysiuk, la estudiante de medicina que denunció que fue golpeada, rociada con alcohol e incendiada por su novio, aseguró hoy que antes de prenderla fuego, su pareja le preguntó si prefería que le sacara un ojo.
"Me dijo: ¿Cómo querés sufrir? Querés que te pinche un ojo con el alicate o te prendo fuego con alcohol", comentó hoy Borysiuk a Télam. Su ex novio, el doctor Nicolás Salvo, director médico de un instituto de enseñanza de medicina de Balvanera, se encuentra detenido con prisión preventiva acusado de amenazas, lesiones y privación ilegítima de la libertad, ya que, según la denuncia, después de incendiarla, la drogó y la tuvo encerrada siete días en una habitación.
La joven universitaria de 23 años contó que lo que vivió el 1 de marzo pasado en el "Instituto Medic Houssay", ubicado en avenida Corrientes 2070, no era el primer episodio de violencia que sufría. "En dos oportunidades anteriores también me pegó y lo denuncié, pero nunca me imaginé que iba a hacer una cosa como ésta. Se convirtió en un monstruo de un día para el otro", dijo.
Borysiuk recordó que comenzó a salir con el imputado Nicolás Salvo (34) "en agosto del año pasado" y que al cabo de unos meses se fue a convivir con él. "Del departamento que alquilábamos nos echó el dueño por una de las peleas en las que me pegó y por eso nos fuimos a vivir al instituto donde él daba clases. Transformamos una de las aulas en nuestro dormitorio", explicó la víctima. Allí fue donde el 1 de marzo sufrió el ataque que, según la joven, se inició porque Salvo la acusaba de estar vinculada con unos folletos que lo desprestigiaban y se repartían entre los alumnos de la Facultad de Medicina.
"No sé si no tuvo la intención de matarme", afirmó Borysiuk, quien luego relató cómo vivió la semana que estuvo privada de la libertad en ese instituto. "Me daba pastillas y me amenazaba, me ponía limitaciones: no podía asomarme a una ventana o a la puerta, no podía pedir auxilio. Yo estaba muy asustada y pensaba que si me había prendido fuego era capaz de agarrar un cuchillo y matarme, por eso nunca intenté escapar", relató la chica.
Borysiuk sufrió quemaduras superficiales e intermedias en el rostro, el cuello, la axila y el brazo izquierdo, razón por la que debe atenderse periódicamente en el Instituto del Quemado.
La víctima se mostró conforme con la resolución de la jueza en lo Criminal de Instrucción número 40, Inés Cantisani, quien procesó a Salvo y le dictó la prisión preventiva, pero solicitó que esa medida sea confirmada por la Cámara del Crimen. "Sé que apeló y ahora la causa está en estudio. Espero que la Justicia lo deje preso, porque realmente tengo terror de volvérmelo a encontrar en la calle. Temo por mí y por mi familia", concluyó.
Agencia Télam
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