sábado, 6 de marzo de 2010

Mujeres y medios de comunicación

Informe del Proyecto Global de Monitoreo.

Desde hace 15 años se realiza un monitoreo mundial que intenta describir cómo aparecen las mujeres en los medios de comunicación. Hace unos días se conocieron los resultados parciales del último estudio. Si bien se registran avances con respecto a hace 15 años atrás, los primeros resultados no revelan grandes cambios en lo que refiere a la representación de la mujer en los medios masivos. En conclusión: Seguimos siendo reflejadas como los estereotipos mandan.

El primer dato que nos mostró el último estudio global es que mientras las mujeres representan en el mundo un 52% de la población, constituyeron solamente el 21% de las personas que aparecieron en las noticias.

Según datos del monitereo realizado hace 5 años por la Asociación Mundial para la Comunicación Cristiana (WACC) en Argentina, el 78 % de las noticias son reporteadas y presentadas por hombres; sólo en un 22% de los casos la mujer es protagonista de la noticia y cuando es protagonista es víctima en un 34% de los casos, contra un 10% cuando se trata de hombres.

Las cifras son parte de un monitoreo de medios que se realiza cada 5 años, en todo el mundo. El estudio reveló entonces, año 2005, que mientras un creciente número de mujeres están informando y presentando las noticias, rara vez son ellas los sujetos de las noticias.

El Proyecto Global de Monitoreo de Medios (PGMM) mostró que en un día de 1995, las mujeres constituían sólo el 17% de los sujetos en las noticias en todo el mundo, cinco años más tarde, en el año 2000, las mujeres eran sólo el 18%. A este dato, hay que añadir otro, que explica el reforzamiento de estereotipos: el centimetraje mayor de noticias de mujeres lo llevaron las noticias de la farándula y las mujeres víctimas.

¿Y qué pasó en el monitoreo 2010?

El informe preliminar del Proyecto de Monitoreo Global de Medios 2010, revela que solamente 24% de las personas que aparecen, dan su opinión o son sujetos de noticia, son mujeres.

Este informe se presentó el 2 de marzo de 2010 en un panel de discusión y debate con ocasión de la 54 Sesión de la Comisión de Naciones Unidas sobre el Estatuto de la Mujer, a realizarse en Nueva York; pero la radiografía de la situación se tomó el 10 de noviembre de 2009, ya que ese día en las redacciones de 130 países, entre ellos Argentina, se analizó cómo aparecen las mujeres en radios, televisión y prensa gráfica.

Un batallón de voluntarios revisaron sus diarios nacionales, escucharon los noticiarios en la radio y vieron detenidamente sus canales de televisión local. Con lápices y hojas de codificación en mano su objetivo fue observar, analizar y registrar sus hallazgos en indicadores específicos referentes al género en los medios noticiosos. El objetivo de largo alcance del proyecto es conseguir una representación justa y equilibrada de género en y a través de los medios de comunicación.

Los resultados conocidos hace una semana están basados en una muestra de África, Asia, América Latina, el Caribe, islas del Pacífico y Europa. Los hallazgos comprenden 6,902 notas y 14,044 sujetos de la noticia, incluidas personas entrevistadas en las noticias mismas.

Durante la jornada de monitoreo Edouard Adzotsa, Secretario de la Central Africa Union of Journalists y Coordinador del GMMP en Congo Brazzaville, observó que: "Parece que los medios de comunicación sirven a los intereses masculinos, la atención a las mujeres es insignificante aun cuando el número de mujeres sobrepasa al de hombres nacionalmente, las mujeres son la sabia de las comunidades particularmente en los asentamientos irregulares y en las zonas rurales."

Entre los hallazgos clave se encuentran: 24% de las personas entrevistadas, sobre las cuales se escucha o son vistas en los noticiosos que se transmiten o sobre las cuales se lee en la prensa escrita son mujeres; sólo 16% de las noticias s se enfocan específicamente en las mujeres. Las mujeres han alcanzado casi una paridad como aportadoras de opinión popular en las noticias. Pero menos de una en cada cinco personas expertas entrevistadas son mujeres, mientras que los hombres predominan considerablemente como testigos y aportadores de experiencias personales en las noticias.

Casi la mitad (48%) de las noticias refuerzan los estereotipos de género, mientras que 8% de las noticias los cuestionan. En las noticias se identifica a las mujeres a través de sus relaciones familiares (esposa, madre, hija) cinco veces más que a los hombres.

En general, el número de noticias a cargo de reporteras es mucho menor en comparación con el número de noticias a cargo de reporteros. Las noticias a cargo de reporteras contienen considerablemente más mujeres como sujetos de la nota en comparación con las noticias a cargo de reporteros, y cuestionan casi dos veces más los estereotipos de género en comparación con las noticias de sus homólogos masculinos.

El estudio revela que las mujeres siguen seriamente sub-representadas en la cobertura de las noticias en contraste con los hombres. Muestra una escasez de perspectivas y opiniones de las mujeres en comparación con las perspectivas masculinas que aparecen en los noticiosos, lo que resulta en una visión del mundo centrada en lo masculino donde las mujeres están, en gran medida, ausentes.

Abebech Wolde, de la Ethiopian Media Women's Association y coordinadora del GMMP para Etiopía señaló: "Esperamos que lo que vamos a decir sobre la representación del género en los medios lo tomen en serio quienes manejan los medios.''

Una comparación de los resultados que arrojaron las tres ediciones previas del monitoreo, que se han realizado cada cinco años a partir de 1995, muestra signos de cambio hacia noticiosos con equilibrio de género y sensibilidad hacia el género. El número de mujeres como sujeto de la noticia se incrementó al pasar de 17% a 24% en los últimos 15 años. La opinión popular en los noticiosos ahora es casi igual, en contraste con 2005 cuando 66% de la opinión popular la proporcionaron fundamentalmente hombres.

Aidan White, Secretario General de la Federación Internacional de Periodistas, declaró en la publicación de la IFJ Instalar el Equilibrio:

Igualdad de Género en el Periodismo que: "Una presentación justa de los asuntos de género es una aspiración ética y profesional similar al respecto de la exactitud, la justicia y la honradez."

Datos técnicos: El Proyecto de Monitoreo Global de Medios es coordinado por la Asociación Mundial para la Comunicación Cristiana (WACC, por sus siglas en inglés), una ONG internacional con oficinas en Canadá y Reino Unido que promueve la comunicación para el cambio social, en colaboración con la organización sudafricana Media Monitoring Africa que aporta el análisis de información. Gender Link, también de Sudáfrica, proporcionó asesoría para pulir las herramientas y metodología de monitoreo. Las y los voluntarios que participaron en la jornada de monitoreo incluyen activistas en la cuestión de género y en la esfera de los medios, de grupos de base en el ámbito de la comunicación, investigadores e investigadoras universitarias y estudiantes de comunicación, profesionales de los medios, asociaciones de periodistas, redes de medios alternativas y grupos de distintos credos. El proyecto cuenta con el respaldo del, Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer, UNIFEM

El informe final mundial y los informes finales regionales y nacionales aparecerán publicados en septiembre de 2010.

Cuando el tema es la violencia, cuando las mujeres parecen como víctimas

En Argentina, según el promedio de las estadísticas recopiladas por Amnistía Internacional durante el año 2008, al menos una mujer muere víctima de la violencia machista cada tres días. Este feroz inventario coloca a los crímenes de género entre los más frecuentes, instala el flagelo de la violencia contra las mujeres como una violación a los derechos humanos de extrema gravedad y demanda acciones urgentes por parte del Estado.

Sin embargo, los medios de comunicación no siempre reflejan semejante realidad. La falta de criterios unívocos para el abordaje del problema, la discontinuidad en su cobertura, el tratamiento estereotipado y muchas veces sexista, conspiran contra su visibilidad y suman a la ausencia de políticas integrales del Estado, así como a la deserción de un importante sector del periodismo en su rol de formador de opinión y contralor de la función pública.

Siendo el ejercicio del periodismo ante todo una tarea de selección y jerarquización de hechos de la realidad para convertirlos en noticia, el rol del periodista es determinante para inducir pautas de reflexión, comportamiento y acción en la sociedad, por lo que su responsabilidad social es fundamental a la hora de procesar la información.

En tal sentido, la red de Periodistas de Argentina en Red (PAR), elaboró hace dos años un decálogo para el tratamiento de la violencia hacia la mujer, especialmente dirigido a comunicadores sociales.

"La violencia del hombre contra las mujeres se identifica con el maltrato físico, psicológico, sexual, simbólico y económico, tanto en espacios privados como públicos, que muchas veces termina en un asesinato y que se origina en el modelo cultural de supremacía masculina. Se diferencia de otras formas de violencia originadas en la discriminación (racial, religiosa, idiomática o por origen) por el vínculo que une a sus protagonistas, ya que en una enorme mayoría de casos, existen o han existido lazos afectivos entre victimario y víctima", explican miembros de PAR, cuando explican la necesidad de difundir esta herramienta entre colegas.

En Argentina, la violencia del hombre contra las mujeres ha quedado oculta en denominaciones como violencia familiar o doméstica, confundiendo a la opinión pública y sirviendo de excusa para que las y los responsables políticos, las personas encargadas de aplicar justicia o generar legislación, no se comprometan con la intensidad que el momento requiere ante los asesinatos y el maltrato de mujeres en el país. Esta inacción y la confusión repercuten en la tarea del periodismo. De ahí que en la jerga periodística se siga hablando de "crimen pasional", esto es, un "crimen por amor" o un "crimen por honor".

No existen los crímenes por amor u honor. Existen los crímenes. Y esos crímenes no son personales o privados: la violencia contra las mujeres es un tema público. Por eso, es necesario valorar en su justa apreciación esta agresión, incorporando al glosario periodístico figuras que la definan, otorgándole visibilidad en su carácter específico: "violencia contra la mujer" o más acertado aún, "violencia de género".

Es pertinente recordar en este punto que de acuerdo a la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Convención de Belém do Pará), debe entenderse por violencia de género "cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado". La causa subyacente de la violencia contra las mujeres es la discriminación, que les niega la igualdad respecto de los hombres en todos los aspectos de la vida. La violencia tiene su origen en la discriminación y a la vez sirve para reforzarla, impidiendo que las mujeres ejerzan sus derechos y libertades en pie de igualdad con los hombres.

Susana Yappert

http://www.rionegro.com.ar/diario/rn/nota.aspx?idart=322116&idcat=9521&tipo=2

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